La expresión "etsi Deus non daretur" suele atribuirse al filósofo holandés Hugo Grotius. Este defendía la existecia de unos principios generales de ética y comportamiento social de los individuos y Estados "aunque Dios no existiera". En otros contextos, se ha comentado como el mártir del nazismo, Dietrich Bonhöffer, utiliza esta expresión en sus escritos en la cárcel antes de morir, defendiendo que los seres humanos pueden, deben y tienen que luchar contras las tiranías y la injusticia "aunque no hubiera una instancia religiosa que les impulsara". En la sociedad postsecular, es necesario trabajar por una sociedad más humana y justa reconciliada con la casa común (la Tierra) sin tener que acudir a justificaciones teológicas. Desde este punto de vista, defendemos que la ética y los Derechos Humanos no se justifican desde razones religiosas sino desde la propia condición humana.