¿Y qué es el apego? Pues esto no es si no más que una vinculación afectiva que se desarrolla entre el individuo, donde se mantienen la proximidad en momentos de miedo e inseguridades, pues el apego nos proporciona protección, que surge cuando se está seguro de la otra persona y su incondicionalidad creando dependencias emocionales. El vínculo de apego suele aparecer a lo largo de los años, pues cada relación tiene características específicas Dada en la edad y la interacción que tiene influencias relacionadas al apego dónde se vuelven importantes porque aseguran refugio en situaciones de angustia o confusión.
Podemos entenderlo también como las relaciones entre los seres humanos porque su principio más importante nace desde bebé dónde necesitamos desarrollar una relación de cuidador para un crecimiento social y emocional con normalidad, esto nos lleva a la conclusión de que los padres desarrollan patrones de apego a involuntariamente y están conocidos como el apego seguro, apego inseguro- evitativo y apego desorganizado.
¿Y cómo funcionan? Pues estos se dan desde temprana edad, donde el apego seguro que se explora se activa cuando estamos cerca de la figura de apego pero al tener una separación visible de ellas duele convertirse en intranquilidad para el bebé, después de procesos de evolución de este apego somos vulnerable al sin ella/el no puedo continuar, lo necesito para estar completo y terminamos confundiendo todo. El apego resistente es en el cual tratamos de mantenernos cerca de la figura y exploramos poco cuando hay ausencia, esto tiende a presentarse en los niños cuando asisten a lugares públicos, parques, zoológicos pues no sé atreven a explorar nuevas amistades si mamá no está cerca, cuando son adultos esto repercute en si no es aprobado por un agente externo, mamá, amigos, hermanos pues simplemente no se arriesgan a obtener un resultado de fracaso o logro, el apego evasivo es donde el bebé muestra poca molestia o incomodidad cuando están separados de la figura, pues el niño puede dormir tranquilamente si mamá está o no en casa, inclusive huyen cuando regresa la figura. Esto en la adultez es más visible en los padres pues hay hijos que crecen independientes y no necesitan de papá y mamá para nada. Por último pero no menos importante nos encontramos con el apego desorganizado el cual es la mezcla de patrones de apegos relacionados directamente con el evasivo y el resistente.
Después de conocer todo esto podemos decir que el apego en los inicios es fundamental para fortalecer miedos e inseguridades, mientras no se convierta en patrones pues nos hace razonarlo como seguridad frente a situaciones de amenazas, haciéndonos más estables y resistentes al cambio, todo esto tiene gran responsabilidad en las experiencias tempranas e influenciadas por las vivencias posteriores. Ya teniendo en cuenta que tener un desarrollo de apego no es seguro, las experiencias posteriores pueden transformar y generar otros apegos que pueden contribuir positivamente o no el bienestar individual en la interacción con los demás.
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