Durante décadas hemos asistido en la prensa especializada, revistas, documentales y programas de radio o televisión a los mismos remakes -refritos- en lo referente a los incidentes relacionados con el fenómeno OVNI. En todo este tiempo hemos dado por buenas las conclusiones de aquellos primeros investigadores porque venían avaladas por el peso de su experiencia y prestigio, acumulado a lo largo de los años de investigación. Generación tras generación de investigadores no han puesto en tela de juicio las conclusiones que se dieron en su día y así, han ido transmitiéndose década tras década hasta nuestros días.
Sin embargo, los años han pasado y todo ha evolucionado y cambiado de forma sorprendente. Se hacen descubrimientos en Medicina que parecen de películas de ciencia-ficción, se rastrea el Universo profundo en busca de señales de vida, tenemos acceso a la gran biblioteca universal y virtual que es internet, llevamos un ordenador portátil en el bolsillo y la sociedad de la información se ha implantado en nuestras vidas.
Por lo tanto, era el momento de revisar algunos de los incidentes OVNIs de la Ufología, tanto española como internacional y si fuera necesario reinterpretarlos a la luz de los años transcurridos y de la evolución, tanto del propio fenómeno OVNI, como del conocimiento actual.
Esta obra surge, por lo tanto, como una visión personal, como dice el subtítulo, de lo que pudo haber sido y no fue dentro del fenómeno OVNI. Intentaremos dar respuesta a las cuestiones, ¿los hechos relatados por los testigos coinciden con la realidad del incidente? ¿qué hay de cierto en el relato de los testigos, son fiables? ¿han omitido, tanto testigos como investigadores, hechos fundamentales para esclarecer lo sucedido?
Atrás quedan incidentes, por falta de espacio, como la abducción de Próspera Muñoz, el humanoide saltarín de Santiponce, el Experimento Filadelfia, el Triángulo de las Bermudas, los contactados George Adamski y George Van Tassel, el OVNI de Torrejoncillo, la película de la autopsia del alien de Rosswell o la piedra de Alberto San Martín, que sin duda, serán incluidos en un segundo volumen junto con algún otro.