Marcelo y Arturo, dos hombres ricos, de 40 años, relacionados por negocios, seguros del amor de sus esposas: Paula y Ximena, de 35 años, hacen una apuesta: conquistar a la mujer del otro, para poner a prueba la fidelidad de sus mujeres, asumiendo los riesgos que esto conlleve, ambos vanidosamente están seguros de que ellas no se atreverían a traicionarlos jamás. Pactan que el que logre acostarse con la mujer del otro ganará una propiedad millonaria de su rival. Encantados con la idea, empiezan a desear a la mujer de su prójimo, aún antes de conocerla. Se antoja un juego perverso, en donde el poder resulta fascinante y el reto y la tentación son irresistibles. A partir de ese momento surgen innumerables situaciones en las vemos desde dónde viven el amor las mujeres y los hombres. Y cómo estos hombres, sin ninguna moral, ni perspectiva de género juegan con los sentimientos, la honra y la dignidad de sus esposas.
Ellas, infelices con sus maridos, devaluadas, descalificadas y subestimadas por ellos, se ven tentadas ante los encantos y la fascinación que ejercen estos pretendientes que aparecen en sus vidas como los hombres que han soñado, sin sospechar que son víctimas de una trampa. A pesar de la enorme tentación no sucumben ante ellos, pero viven en un gran conflicto, llenas de culpas y cuestionamientos. A punto de sucumbir, ambas se conocen por azar. Acuden a una terapia de grupo al que las invitan sus respectivos terapeutas: Eduardo e Isabel, de 55 y 60 años respectivamente, un matrimonio ejemplar, con perspectiva de género y valores. Isabel es terapeuta de Ximena y Eduardo de Paula, les dan terapia individual, pero en un momento las invitan a la terapia de grupo, al ver sus conflictos y pensando que el grupo les puede servir y es así como se conocen.
Al contar en el grupo cada una su historia, se dan cuenta de lo que sucede: Paula comprende que Ximena, evidentemente se está refiriendo a Marcelo como su pretendiente y Ximena al escuchar a Paula descubre que su pretendiente es nada menos que Marcelo, su marido. Guardan silencio ante el grupo y al terminar la sesión, ambas en shock, se reúnen a solas y sospechan que hay algo muy turbio, cuando hablando se enteran de que sus maridos, las empezaron a pretender al mismo tiempo. Juntas deciden mandar poner cámaras en las oficinas de sus maridos y así descubren que fueron víctimas de una apuesta perversa. Se enteran de todo, incluso de que sus maridos le hicieron creer al rival que su esposa sí le es infiel, lo cual las indigna aún más, ya que ninguna de las dos ha sucumbido. Deciden divorciarse, pero no sin antes darles una lección inolvidable a sus maridos. En todo este proceso, descubren que no están enamoradas, ni del marido, ni del
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pretendiente. Se hacen fuertes una a la otra y consiguen que la vida de sus maridos y pretendientes sea un infierno, mientras preparan el divorcio, cosa de la que Paula se está encargando ya que es abogada y con la ayuda de su prima Roberta, de 38 años, detective privada.
Por otro lado mientras se desarrolla la historia principal. Ximena, que es escritora y guionista, sueña con conocer a un productor español, Santiago Lorca, de 55 años, para mostrarle su trabajo. Ella le mandó su obra pero él no responde por correo, porque está por venir a México, junto con Jordi su director, de 40 años y Antonio, también de 40 años, quien es el actor principal de la última película de Lorca. Los tres vienen a México a recibir un premio internacional de cine. El destino hace que estos tres personajes de cine vayan a comer al mismo lugar en el que Ximena y Paula están comiendo con Lola, actriz de 55 años, quien es la madre de Ximena. Santiago al descubrir a Lola la reconoce y ésta se desmaya al verlo frente a ella. Una vez que se recupera, no tiene más remedio que confesar el secreto de su vida: resulta que no es madre soltera porque el padre de Ximena murió en un accidente antes de enterarse de que estaba embarazada. La verdad es que a los 20 años, fue a estudiar actuación un año a España, donde conoció a Santiago, entonces también de 20 años y se embarazó de él. Cuando iba a darle la noticia descubre que es gay, por lo que guarda silencio. Se regresa a México y decide guardar el secreto.
La sorpresa de todos es mayúscula. A Santiago, que efectivamente es públicamente gay, lo vuelve loco de felicidad tener una hija y además tan brillante, no en balde eligió su guión para hacer su siguiente película. Lola siente un gran alivio al ver que su hija también se fascina con la noticia y que Santiago comprende las razones por las cuáles no le confesó que estaba esperando un hijo de él. Ellas ponen al día a Santiago de lo que está pasando. Estos tres personajes llegan justo cuando Ximena y Paula están por pedirles el divorcio a sus maridos. Santiago, Antonio y Jordi se sienten muy indignados al escuchar la historia de Paula y Ximena. Deciden quedarse unos días para apoyarlas hasta que ellas firmen el divorcio y luego irse todos juntos a España, ya que Santiago, les ruega a las tres mujeres que pasen una larga estancia en su casa para disfrutar de su hija.
Todas aceptan. Paula quiere hacer un doctorado en leyes en Madrid. Lola se quiere tomar un descanso porque su trabajo de actriz la tiene agotada y Ximena quiere estar con su padre. Jordi se siente atraído por Ximena desde que conoció en España sus novelas. Antonio al ver a Paula se siente muy atraído por ella y más cuando se entera de que ella como él, trabaja gratuitamente como abogada, parte de su tiempo, para los niños y mujeres maltratados, para lo cual Antonio ha hecho una fundación, ya que fue un niño maltratado. Ellas, apoyadas por todos, pasan los siguientes quince días conociendo a sus nuevos pretendientes. Una vez todo listo planean una cena en un reservado de un hotel de lujo. Ahí, triunfantes, desenmascaran a sus maridos,
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