La historia, tiene como protagonista maduro a Marcelo Montes de Oca, que padece de una adicción sexual, dependencia sexual, o hipersexualidad, llamada como enfermedad Satiriasis en varones, el protagonista, tiene su pantalla en su esposa y dos hijas jovencitas y un hijo de 15 años. Que se suicida al inicio de la historia, Lucía, la madre cree enloquecer y no comprende qué lo pudo orillar a matarse.
Marcelo para satisfacer su adicción tiene una amante de la edad de una de sus hijas, por otro lado tiene una vida marital aparente normal con su esposa, Lucía y también acude a menudo a la Casa Lutier, que es un prostíbulo de jóvenes elegantes, que lo atienden prácticamente a diario.
Marcelo cuando era joven tuvo un hijo con una chica de servicio de casa de sus millonarios padres, quienes corrieron a la chica embarazada. Marcelo no quiso perderla y la siguió tratando, pero ella se pagaba su vida y la de su hijo Simón una vez que nació. La madre soltera, sorprende a Marcelo abusando de Simón su hijito y lo corre de la casa para siempre. Simón estudia con un veterinario cómo castrar animales y así aprende a castrar seres humanos por analogía.
Durante toda la novela aparece como el asesino invisible como lo apodan, sin imagina que es uno de los guardias de una de las cárceles para presos peligrosos. Como sabe manejar las cámaras, se las arregla para castrar a los pedófilos que llegan presos, todos peligrosos y algunos de ellos, narcotraficantes, los deja vivos y desangrándose, algunos sobreviven, pero como Simón usa máscaras y maneja las cámaras nadie sospecha de él.
Mientras eso sucede vemos al protagonista, Marcelo en una vida aparentemente normal, su esposa no imagina que es un adicto sexual y sus hijas menos todavía. Marcelo es un empresario importante, lo van a nombrar el empresario del año sin imaginar que está lejos de ser un hombre modelo. Vemos las historias de cada una de las hijas y sus pretendientes, así como los problemas que tienen, lo mismo las amigas de Lucía, que son muy unidas. Asimismo vemos la historia del primo de Marcelo que es gay, y ama a sus sobrinas, tampoco imagina que su primo es un violador y pedófilo.
La amante de Marcelo es una chica muy joven y desorientada, que inhala cocaína y también tiene una relación íntima con su proveedor, cosa que Marcelo no
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imagina. El padre de Monserrat la amante de Marcelo, sufre mucho, su esposa es una alcohólica perdida, y sus hijos se han ido a hacer su vida independientemente, pero él no se atreve a abandonar a su esposa alcohólica. Un día conoce a Lucía, porque Monserrat le va a hacer un escándalo a su amante, y Lucía y sus hijas se dan cuenta de lo que pasa.
Lucía le confía a su mejor amiga que Marcelo tiene una amante y ésta le aconseja que se divorcie. Lucía hace que su marido confiese su adicción, pero sólo con la amante, no le dice nada de la Casa Lutier. Lucía queriendo salvar su matrimonio va a un grupo para parejas de codependientes, al que acude el padre de Monserrat. Ambos van a un café, dispuestos a salirse del grupo para no incomodar al otro. Lucía le dice que el no es culpable de que su hija sea amante de su marido. Sigue yendo a tomar café después del grupo y se enamoran a pesar de ellos, al irse contando su historia. Lucía le pide el divorcio a su marido porque se entera de que no ha dejado a su amante o si conviene a la novela se entera de que va a la casa Lutier.
Muere la madre de Simón que era su relación más estrecha, por no decir la única y se enfurece por la vida tan miserable que llevó por culpa de Marcelo, y toda su ira se enfoca en Marcelo, a quien tiene perfectamente ubicado. Lo busca en su cada y Lucía tras la puerta sin querer escucha que fue por culpa de Marcelo que se mató su hijo varón único a los 15 años, cosa de la que habla Simón, al hablar de que es un pedófilo. Simón va dispuesto a matar a su padre, pero no puede porque Lucía entra furiosa y pelea con Marcelo, por lo que Simón sale huyendo.
El primo de Marcelo descubre el asunto de la adicción y se entera de lo del hijo. Simón va a la oficina, pero tampoco logra matar a su padre ni castrarlo como lo planeo, porque el primo de Marcelo entra a la oficina y Simón vuelve a huír. Le dice a Marcelo que mejor contrate guardaespaldas. Marcelo lo hace y en un bar coquetea con una mujer como es su costumbre. Ella le toma confianza y él hace que la invite a su casa, la mujer es madre soltera y Marcelo al descuidarse ella, abusa del hijito más de una vez. Cuando ella lo descubre, lo quiere matar, entonces conoce a Simón y se hace su cómplice, planean matarlo, pero antes castrarlo y ella lo cita en un hotel, ambos burlan a las guaruras, y llevan a cabo su plan. Marcelo queda castrado y casi muere desangrado, pero llega a tiempo al hospital llevado por sus guaruras.
Simultáneamente Gilberto el otro amante de Montserrat es descubierto por Marcelo y se enfurece con ella, que está embarazada y no sabe de cual, de los dos, haciéndole creer a ambos que ellos son los padres. Gilberto, está casado y con dos pequeños niños, vemos su historia y cómo termina mal, abandonado por la esposa y asesinado por sus patrones narcos.
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Monserrat es atacada por Simón y aborta a su bebé. Es internada por su padre Emmanuel, que ahora ya es amante de Lucía, que se acaba de divorciar a pesar de la resistencia de Marcelo. Monserrat conoce al hijo de una mujer adicta, llamado Rodrigo, que va a visitar a su madre, se enamoran y terminan juntos, y ella limpia de su adicción a la cocaína.
Las hijas de Lucía están de acuerdo con ella y abandonan a su padre, una vez que se enteran de su adicción y demás fechorías. Y luego de ires y venires, terminan arreglando sus problemas de pareja y casándose. Marcelo es descubierto a nivel público y no sólo no le dan el premio del hombre del año, sino que termina muy mal. La madre alcohólica de Montserrat, no acepta la ayuda de Emanuel, además de hacerle escenas de celos por Lucía. Sigue con el alcohol y se mete con un narcotraficante que la hace adicta a la droga y termina muriendo en una balacera en la que el amante y sus compinches son todos capturados.
Pasan unos meses, vemos como se van cerrando favorablemente casi todas las historias de la novela y cada uno recibe lo que merece. Simón es descubierto y llevado a una cárcel de alta seguridad, con cadena perpetua. Marcelo termina solo y muy mal. Al final vemos a Lucía con su grupo de amigas y con sus hijas y novios en la inauguración de una asociación que se hizo a nombre de su hijo a quien le hace esa asociación como homenaje, para ayudar a jóvenes con problemas de abuso sexual. Al centro de la asociación está la fotografía del chico y Lucía se siente muy bien y ya está al lado de Emmanuel y con planes de casarse.
Se ofrecen dos posibles cierres para que el productor escoja el que más convenga para cerrar la novela.
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